22 de septiembre de 2008

El estigma de las personas con Trastorno Mental Grave

Encontramos un excelente artículo publicado en la revista nº 101 de la AEN realizado por Marrcelino López, Margarita Laviana, Luis Fernández, Andrés López, Ana María Rodríguez y Almudena Aparicio. En él, se recopila la información sobre el estigma existente y se plantean las bases para trabajar contra el estigma siendo efectivo. Un avance de la charla que podremos presenciar el las jornadas que la AARP y la AEN celebrarán próximamente en Zaragoza los días 23 y 24 de octubre, en las que participará el propio Marcelino López. Podéis leer el artículo en el siguiente link.

18 de septiembre de 2008

Comentario de Artículo

Artículo: UNA MIRADA COSMOPOLITA PARA CONVERSAR CON LOS DENOMINADOS “TRASTORNOS MENTALES GRAVES Y PERSISTENTES”
Autor: LUIS TORREMOCHA. PSIQUIATRA. TERAPEUTA FAMILIAR. DIRECTOR DE C.E.T.R.E.S. ESCUELA DE TERAPIA FAMILIAR. SUBDIRECTOR GERENTE DEL CENTRO ASISTENCIAL SAN JUAN DE DIOS, MÁLAGA.
Publicación: Revista Mosaico, nº 33. Descarga en PDF
Nos habla del cambio de mirada ante los pacientes TMG, tan etiquetados, tan desvinculados de lo humano. En un centro donde el perfil de paciente es el de puerta giratoria, con largo historial psiquiátrico y múltiples ingresos en distintos servicios psiquiátricos, el cambio de mirada, la nueva narrativa ("relatos mejor formados", Sluzki), ayuda a la hora de mejorar la situación familiar y, con ello, el cambio. El autor se apoya en dos sesiones familiares para ver cómo la metáfora es útil en la terapia, reconfirmado a la persona, que tanto tiempo ha estado desconfirmado. En mi experiencia profesional, todo paciente por grave que sea su psicopatología, tiene un mejor funcionamiento siempre que se le habla con sinceridad, responsabilidad y como un igual. El objetivo de esta terapia será conseguir que su identidad empieza a formarse fuera del delirio y la persona sea parte de una historia redefinidal, mejor formada.

16 de septiembre de 2008

XXIX Congreso Nacional de Terapia Familiar

Otro evento destacado para los sistémicos. La FEATF y la Asociación Asturiana de TF lo organizan en el Auditorio Palacio de Congresos Príncipe Felipe de Oviedo, los días 30 y 31 de octubre y 1 de noviembre. Destaca, en mi opinión, la participación de Stefano Cirillo, miembro fundador junto a Mara Selvini del Nuevo centro para el estudio de la familia. Presentará la ponencia "El trabajo de red en la protección a la infancia" y el taller "El trabajo en red en la protección a la infancia". Me encantaría poder estar en esta ponencia de Ignacio García Orad: «El trabajo en Hospital de Día de París con enfermos psicóticos crónicos basado en el vacío terapéutico. Si alguien puede informar de la misma sería un placer tener documentación. Más información aquí. Fuentes http://www.atfasturias.org/congreso2008/

Familia y crisis: Modelos de Intervención en el Siglo XXI

Como os adelantábamos ayer (gracias Elena), los días 27, 28 y 29 de noviembre se va a celebrar en el Autditorio y Palacio de Congresos de Castellón, el Congreso Internacional FAMILIA Y CRISIS:
MODELOS DE INTERVENCIÓN EN EL SIGLO XXI, organizado por la Diputación Provincial de Castellón, la Asociación Escuela El CAU y el Centro Piloto de estudios avanzados para el desarrollo de programas sobre familia y discapacidad. Los ponentes son de un gran nivel destacando el gran Salvador Minuchin. Aunque sus compañeros no desmerecen en absoluto, como José Navarro Góngora, al que ya tuvimos la oportunidad de asistir a sus clases magistrales en el Master de Intervención Familiar. En este enlace tenéis toda la información para la inscripción (70 €), el programa y los ponentes: http://www.congresofamiliaycrisis.com/index.htm




Los organizadores de estas jornadas son el Centro de Rehabilitación "El Cau" (Castellón), con su centro piloto de estudios avanzados para el desarrollo de programas sobre la familia y discapacidad. Se fundó en 1978 y desde entonces ha contribuido al desarrollo de la Terapia Familiar en España en el campo de la Discapacidad. Pretenden con este centro piloto investigar los modelos de intervención familiar para el desarrollo de un Plan Integral de Atención a las Familias con Miembros Discapacidados. Fuente y más información en:

http://www.autismoelcau.com/index2.htm



15 de septiembre de 2008

Integración Social o Romper el Estigma ¿Pueden ser compatibles?

Como os explico en las ideas en las que estoy trabajando, estoy elaborando un artículo sobre la Salud Mental Comunitaria y Red Social, todo ello relacionado con el estigma sobre la esquizofrenia. De momento he realizado esto boceto que quiere marcar las líneas generales. A ver que os parace.

A la hora de intervenir con una persona con TMG nos encontramos con una paradoja: ¿trabajamos su integración social como una persona sin enfermedad o, por otra parte, la trabajamos teniendo en cuenta la etiqueta que tiene? Ambas formas de tratamiento persiguen objetivos y metas muy loables, pero a la vez, tienen inconvenientes que hacen dudar cuál elegir en cada momento. Esta comunicación persigue que durante estos 20 minutos podamos reflexionar sobre ello.
Estas últimas décadas se han caracterizado por la ruptura del estigma de los diversos colectivos que han estado marginados a lo largo de la historia: discapacitados físicos, gays, minorías étnicas… han conseguido dar un salto cualitativo importante en este concepto. Recordad sino, lo que pensábamos en los años 80 si, detrás de un mostrador de información, nos encontrábamos a una persona en silla de ruedas y lo que pensamos ahora. ¿Habrían triunfado en esa década en televisión personas como Boris Izaguirre o Jesús Vázquez? Todos estos colectivos han trabajado en la misma línea: hacer bandera de su diferencia para favorecer al conjunto, conjugado con mensajes a la comunidad de solidaridad y respeto al diferente. Personajes del cine y televisión, autoridades, personalidades del arte han aportado su granito de arena para que, el estigma que sobrevolaba sobre ellos sea derribado, aunque aún quede mucho por hacer en muchos de los casos.
Lo cierto es que, estos colectivos, han trabajado mucho en este aspecto, sabiendo que era la clave para conseguir la integración social de cada uno de los individuos. En Salud Mental (me refiero a usuarios, familiares y profesionales) llevamos mucho retraso en esta línea de trabajo. Aunque no sirva como escusa, partíamos desde mucho más atrás que los demás colectivos referidos. A éstos se les ha perseguido, ninguneado, excluido, pero a las personas que sufrían un TMG se les encerraba directamente y se les excluía totalmente de una comunidad que no les correspondía, simplemente por tener una enfermedad. Romper con el manicomio y que la sociedad lo entendiera, ha sido un trabajo muy duro que ha podido impedir que nos pudiéramos centrar en el objetivo de romper con el estigma. ¿Cómo íbamos a estar trabajando en la línea de que una persona con TMG pudiera decir en público que tenía esquizofrenia, sin que eso influyera en sus relaciones sociales, cuando estábamos convenciendo a la sociedad de que los manicomios no tenía que existir y que sus anteriores inquilinos tenían derecho a vivir en su casa como el resto de los mortales? De hecho, hace pocas semanas en un debate televisivo de una cadena pública, un periodista pedía a gritos la vuelta de los manicomios.
Pero son momentos de cambio. En 2001, como todos sabemos, aparece en las pantallas Una mente maravillosa de Ron Howard, ganadora de cuatro Oscar, incluido el de mejor película. Quizá no supimos rentabilizar esta propaganda. En mi opinión sirvió para que el ciudadano de a pie conociera mejor en qué consiste la esquizofrenia, pero lanzaba un mensaje de excepción, de algo único: ¡gentes del mundo, este tío ha conseguido un premio Nobel teniendo esquizofrenia! Es un ejemplo que no generaliza al colectivo, ya que la verdad es algo que no ocurre todos los días. Pero eso sí, demuestra que con teniendo esquizofrenia, todo es posible.
En los últimos meses, nos bombardean a diario con la nueva campaña de una bebida para deportistas, protagonizada por Radio Colifata de Buenos Aires. Me gusta que utilicen la palabra loco, sin miedo, sin despreciar a nadie. Quién nos iba a decir hace 10 años que unas personas con psicosis iban a protagonizar la campaña de una bebida de la compañía coca – cola. En las III Jornadas de la AARP en Huesca, nos visitaron Radio Nikosia, secuela de la anterior. Nos demostraron su creatividad, su implicación por el proyecto y un trabajo bien realizado. Los podemos oír cada semana en el programa La Ventana de la Cadena Ser. Son sólo dos ejemplos, de los muchos existentes, que demuestran que la persona que padece una esquizofrenia es capaz de mucho más de lo que la sociedad presupone. Les ayuda individualmente, ya que recobran una identidad, tienen un proyecto de vida y recuperan la ilusión. Les reintegra en la comunidad y la comunidad los acoge.
Y lo más importante, ayuda al colectivo. Que las personas que sufren un TMG demuestren su capacidad, sus ganas y su valía, es la mejor forma para romper el estigma. Cuantos más ejemplos como éstos existan, más difícil lo tendrá el estigma para permanecer. No sólo hay que denunciar lo negativo que hace la sociedad contra nosotros, nosotros debemos publicitar lo bueno que hacemos.
Pero para ello hay que pagar un precio, hay que reconocer un diagnóstico. Y además, hay que reconocerlo primero, antes de que los demás vean tu trabajo. Es decir, la sociedad valorará este trabajo en tanto en cuanto digamos que somos diferentes, que nos ocurre algo que nos hace tener una discapacidad. Algo que marcará las relaciones posteriores. A mí, personalmente, me gustaría que fuera al revés. Primero que vieran nuestro trabajo, que nos respetaran por ello, por cómo somos y que, después, si surge de forma natural, se enteraran de ese diagnóstico y que no pasara nada, que no influyera en la relación. Pero, quizá eso sea ciencia – ficción en estos momentos.
Para conseguir esta ¿utopía?, hay que trabajar de forma distinta, las cosas hay que hacerlas transcendiendo la enfermedad y la discapacidad. Hacemos cosas porque nos gustan y porque queremos hacerlas. En el Centro de Día Rey Ardid, nos surgió una necesidad. Con los pacientes más jóvenes teníamos grandes dificultades para que se comprometieran con su proceso de rehabilitación. No sólo era una cuestión de falta de conciencia de enfermedad, que también la había. El gran problema era que las actividades estaban pensadas para el paciente crónico. Es decir, personas de 40 años en adelante, con pensiones de incapacidad permanente para cualquier tipo de trabajo, en el mejor de los casos, o con Pensiones no Contributivas y con grandes dificultades para encontrar un empleo. En la mayoría de los casos hablamos de pacientes con predominio de síntomas negativos en fase residual de su enfermedad y con un largo historial psiquiátrico, tanto ingresos en UCE’s como en CRPS. Muy entrenados en exigir demandas a los profesionales.
Por su parte, los participantes del grupo del que os quiero hablar son personas con menos de 25 años, diagnosticadas con un TMG, con síntomas positivos (aunque también comienzan a predominar los negativos) con nula o parcial conciencia de enfermedad y con un breve historial psiquiátrico aunque puede que exista un número importante de ingresos en UCE (cosa que no hace que aumente la conciencia de enfermedad sino todo lo contrario). Suele existir un consumo de tóxicos y comienzan a quedarse aislados socialmente. Sus amigos, a los que van manteniendo, suelen desaparecer cuando sus obligaciones laborales y la adquisición de pareja hacen que tengan menos tiempo libre para quedar con sus amigos. Estos pacientes no van adquiriendo estas obligaciones y poco a poco se van aislando.
Cuando acuden a un CRPS se enfrentan a unas actividades que no suelen encontrarse dentro de sus centros de intereses y con compañeros con edades avanzadas. A esto se le añade su escasa conciencia de enfermedad (se preguntan para qué tengo que venir aquí), sus dificultades para acudir a una actividad reglada (todos han intentado insertarse en actividades normalizadas, ya sea formativa o laboral y han fracasado en varios intentos y por ello han accedido a acudir a un CRPS) y las dificultades propias de la enfermedad. Suele ser su primer CRPS y se encuentran fuera de lugar.
Por ello, nos marcamos un reto importante que era el de mantener la parte sana de la persona para poder empezar un proceso de rehabilitación psicosocial. Y la mejor manera era la de unir a todas estas personas con intereses comunes marcadas por su edad. No están identificados con el diagnóstico y, eso, es muy sano. Nos dimos cuenta que en la mayoría de los casos su demanda inicial no era otra que la de inserción laboral (es la demanda que impera en la sociedad. Una persona de veintantos años no puede estar sin estudiar ni trabajar, a no ser que esté enfermo, y ellos no están enfermos). A través de una actividad de técnicas de empleo fuimos formando grupo. Ampliaron su red social como compañeros y eso hizo que se responsabilizaran con su proceso rehabilitador.
A partir de ahí, hemos realizado actividades relacionadas con su edad y no con una enfermedad y los resultados han sido muy satisfactorios. Han realizado un blog informático, han realizado visitas culturales, han ido a conciertos de rock, excursiones por su cuenta, han intercambiado música, han hecho deporte juntos y realizamos agendas juveniles, donde lo que se habla es de qué vamos a hacer el fin de semana. La enfermedad no aparece en este espacio, “somos jóvenes y vamos a hacer cosas de jóvenes”. Desde entonces, tienen con quien hacer cosas y tienen sus propias actividades, han mejorado sus habilidades sociales y han ampliado su red social. Su rehabilitación ha sido un éxito y están ligados a proyectos de vida formativos y laborales.
Esta forma de trabajar también es eficaz contra el estigma. Personas diagnosticadas con un TMG, que no se identifican con él. Saben que lo tienen, son responsables con ello, pero actúan como cualquier persona más. Su objetivo más directo es la ampliación de red social y la mejora de habilidades sociales, pero indirectamente intenta romper con el estigma de una manera indirecta; más lenta pero también eficaz, en las relaciones cara a cara.
La otra forma de actuar es más directa, llega a más personas, pero a los participantes les hace identificarse con ese diagnóstico. Lo cierto es que, como decía al principio, ambas formas de trabajo son interesantes, con más ventajas que inconvenientes y con experiencias como estas conseguiremos la utopía: que alguien diga en una mesa tengo esquizofrenia y no pase absolutamente nada.

EVENTOS: EL ESTIGMA, ESTRATEGIAS, LA FAMILIA

La AARP y la AEN-ARAGÓN realizan conjuntamente unas jornadas con el estigma de la enfermedad mental como eje central de las mismas. Se realizarán en Zaragoza (Centro Joaquín Roncal, en la C/ San Braulio 5-7) los días 23 y 24 de octubre. En breve tendréis el programa confirmado. Se aprovechará para la asamblea anual de socios de la AARP a las 19:45 del jueves 23.

Jornada "Modelos y Estrategias en Salud Mental" . Organizada conjuntamente por la AEN, FEARP y la Plataforma por la Defensa de la Salud Mental Pública. Cuenta con la presencia de Benedetto Saraceno e Itzhak Levav entre otros. Ministerio de Sanidad y Consumo, Madrid, 30 de setiembre de 2008. Ver programa en este enlance. http://www.aen.es/web/docs/JorMS_set_08.pdfb/docs/JorMS_set_08.pdf
Fuentes: FEARP y AEN



En Castellón se celebrarán los días 27, 28 y 29 de noviembre el Congreso Internacional: Familia y Crisis que tendrá como participantes, entre otros, a Salvador Minuchin. La cuota de inscripción es de 70 €