27 de marzo de 2013

Por qué intervenir con la familia en Salud Mental


En las V Jornadas de la Asociación Aragonesa de RHPS tuve la suerte de moderar la mesa de Las Familias en la Rehabilitación Psicosocial. Puedes ver la presentación entera en los links, así como el resto de mesas de aquellas jornadas. He querido resumirla en dos posts: este primero sobre el por qué intervenir en las familias y el segundo que dará ideas para realizar un programa de intervención familiar, citando los más clásicos  modelos familiares en Rehabilitación.



Si leemos cualquier plan de salud mental, guía clínica, bibliografía... leeremos enunciados similares a estos:

  • “Los Programas de Intervención Familiar son básicos e imprescindibles en un modelo de atención comunitaria de los trastornos mentales”
  • La Intervención Familiar ha demostrado ser una de las piedras angulares en el tratamiento de la esquizofrenia”
  •  “Trabajar con las familias de manera adecuada reduce la frecuencia de reingresos hospitalarios y mejora el pronóstico a largo plazo de los pacientes”
  • “En un tratamiento global de los TMG, la atención a la familia es indispensable, y debe ser mantenida a lo largo del tiempo”

Desde la desinstitucionalización se ha enfatizado el papel de la familia y su importancia a la hora de la recuperación del paciente afectado con un TMG.

Y es que existen razones que nos OBLIGAN a los profesionales a trabajar con y para las familias:

  • Desde la desinstitucionalización, más del 80% de las personas afectadas con un TMG viven con sus familias.
  • Son, en muchos casos, la única red social que tiene el paciente y las personas claves en su cuidado y soporte.
  • Sin este papel sería imposible mantener el actual Sistema de Salud Mental Comunitaria.

La experiencia nos dice que en estas familias suele existir:
  • Una crisis familiar con cambios en su estructura y conducta emocional.
  • Cambios disfuncionales en los subsistemas, pautas transaccionales y en los límites interpersonales, como nos dice Minuchin.
  • Sentimientos de culpa
  • Un proceso de duelo
  • Aislamiento social de todos los miembros de la familia
  • Una paralización del ciclo vital familiar
  • Aparece un ciclo vicioso difícil de romper: tensión en el cuidador – peor evolución de la enfermedad – empeoramiento  del clima familiar.
  • Aparece en definitiva la Emoción Expresada que nos enseño Brown.


Por ello, un proceso de Rehabilitación Psicosocial no se puede hacer sin tener en cuenta a la familia. Y si entendemos este proceso como una adquisición de autonomía del paciente, también podemos realizar este trabajo con la familia. Pensar en la familia como un sistema para que sea lo más autónoma posible, para que se convierta en el mejor recurso para la persona con un TMG, colocando al servicio de la familia todos los recursos que estén a nuestro alcance. 
¿Se te ocurre alguna razón más para intervenir junto a la familia en Rehabilitación Psicosocial, en salud mental?

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