En 1959, George Brown y su equipo observaron que las
personas con esquizofrenia reingresaban con mayor incidencia aquellos que
vivían en casa de sus padres, en comparación con los que vivían solos o con
algún otro familiar. La causa no lo explicaba la gravedad de la enfermedad, ni
el contexto de la persona. Entonces, ¿por qué ocurría
Por eso, empezaron a estudiar las relaciones padres – hijo y
la frecuencia del contacto cara a cara. No se centraron en que fueran la causa
pero sí, que a consecuencia de la enfermedad hubiera existido un cambio en la relación
y en la convivencia.